La afluencia de extranjeros es cada vez más notoria en la ruta jacobea que atraviesa Pontevedra tras el repliegue que supuso la pandemia. Hasta los peregrinos de Corea o Taiwán se cuentan al por mayor
Solo Vilagarcía y Meis dan soluciones. Las asociaciones de Cambados y O Grove dicen basta. En el resto de los concellos ni siquiera existe un servicio de recogida de felinos