Repartiendo chalecos que salvan vidas

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

AROUSA

La Guardia Civil de Tráfico distribuye reflectantes entre los peatones de carreteras rurales

02 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Pasan de las ocho y media de la mañana. Aún no ha amanecido completamente y una vecina de Campo Lameiro, acompañada de su hijo de corta edad, salen de casa, cruzan la PO-223 para alcanzar la marquesina donde esperarán al autobús escolar. La imagen ocurrió ayer y fue observada por una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico de Pontevedra. Los agentes informaron a la madre de que la normativa establece que en este tipo de desplazamientos, por muy cortos que sean, es obligatorio portar alguna prenda reflectante. Al mismo tiempo que le regalaban un chaleco para ella y para su pequeño, esta reconoció que desconocía la obligatoriedad de la medida.

Situaciones similares se están encontrando diariamente las patrullas de Tráfico cuando recorren la red viaria de Pontevedra. «La campaña comenzó aprovechando el cambio de la hora y ante el hecho de que hay menos horas de luz solar. Se reparten todos los días porque hay que concienciar a los peatones de que tienen que hacerse visibles para los conductores», precisó el sargento primero Mariano Jiménez. El jefe de atestados del subsector de Tráfico, a quien acompañaba el guardia civil Javier Fernández, precisó que es por ello que la iniciativa la llevan a cabo «entre el ocaso y la salida del sol». Los destinatarios de los chalecos reflectantes son aquellos peatones que transitan por vías urbanas fuera de poblado.

De su experiencia en las carreteras pontevedresas, Mariano Jiménez tiene el convencimiento de que estas campañas informativas están calando, de tal modo que cada vez es más habitual ver a viandantes utilizando algún tipo de prenda o pieza reflectante. Mención aparte merecen los peregrinos del Camino de Santiago, toda vez que es raro encontrarse con alguno que no emplee este tipo de dispositivos de seguridad.

Este esfuerzo de Tráfico se está redoblando en unas jornadas previas a una época que se prevé complicada a nivel circulatorio en toda la provincia por la proximidad del puente festivo de la Constitución y de las fiestas navideñas. «No se puede bajar la guardia. Galicia es una de las comunidades autónomas que más atropellos mortales registra y hay que concienciar al peatón».

Tiene claro que los chalecos o unas prendas reflectantes pueden salvar vidas. En este sentido, recordó que su empleo es obligatorio, por lo que está prevista la posibilidad de sancionar con una multa de 80 euros la infracción a esta disposición. «Cuando a una persona le comunicas que le vas a denunciar por no llevar el chaleco no lo asimila de forma grata. La gente tiene que ir acostumbrándose a que su uso es obligatorio», apuntó, al tiempo que matizó que, si bien «ha habido alguna sanción por no emplear el chaleco», en principio, se están limitando a informar.

En todo caso, la Guardia Civil de Tráfico considera que no existe una zona donde incida más esta problemática, sino que es algo genérico a la totalidad del rural pontevedrés. «Es una situación generalizada», insistió.

Perfil del atropellado

Lo que sí tienen muy delimitado es el perfil de la persona expuesta a ser atropellada, que se corresponde con un adulto con más de 65 años, que viste ropas oscuras y no emplea un chaleco reflectante o un objeto luminoso. A esas edades, las personas suelen ya empezar a presentar problemas de movilidad, perdida de reflejos y un déficit de agudeza visual, circunstancias que incrementan considerablemente el riesgo de sufrir un atropello.

Para paliar este negra estadística, el sargento primero Jiménez tiene claro que se deben seguir una serie de recomendaciones. Ya no solo se trata de que se vistan prendas reflectantes o se use algún dispositivo lumínico, sino que es conveniente extremar la precaución a la hora de cruzar una carretera. Incluso, si se trata de un paso de cebra o de un paso regulado por semáforos: «Esperar a que se ponga verde para peatones para hacerlo e, incluso, entonces hay que mirar bien a ambos lados antes de cruzar. Aunque tengan preferencia de paso, deben cerciorarse de que no hay riesgos».

En cuanto a los peligros, la Guardia Civil ha detectado en los últimos tiempos la proliferación de una conducta que, a la postre, puede resultar fatal. Y es que, de un tiempo a esta parte, se ha venido observando como cada vez más viandantes, que emplean cascos o auriculares con música o programas radiofónicos, cruzan la carretera sin mirar a ambos lados. Y en un atropello a 80 kilómetros por hora, la probabilidad de morir es del 95 %,