Fefiñáns recupera su cruceiro de San Gregorio

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

La pieza, destrozada por una elevadora en febrero de este año, ha sido restaurada y devuelta a su lugar original

11 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Hace ya nueve meses que una elevadora causó serios daños al emblemático cruceiro de la plaza de San Gregorio, ubicado en el barrio cambadés de Fefiñáns. Ayer, la escultura regresó a su lugar original después de haber sufrido un serio proceso de restauración a manos de la empresa Esteo, de Cambados. La pieza quedó hecha añicos pero, por fortuna, «apareceron todos os anacos. Tivemos moita sorte», explica José Rey Aguiño, responsable de la rehabilitación del cruceiro.

Según el técnico de Patrimonio de Cambados, Javier Montero, el de San Gregorio es «uno de los cruceiros más importantes del Concello desde el punto de vista de su monumentalidad y también por su riqueza iconográfica». A consecuencia del impacto de una elevadora, la escultura quedó destrozada. El pedestal se resquebrajó, la vara quedó rota en cinco trozos y, la cruz, en otros cuatro. También sufrieron serios daños el cristo y la virgen de la parte superior.

Todos estos pedazos fueron entregados hace dos meses a los responsables de Esteo. Ellos fueron los encargados de restaurar y devolver a su lugar a cada una de las piezas. «O máis problemático foi a vara, que quedou partida en cinco pedazos. Tivemos que meter unha vara de máis de tres metros para que quedara sólida», explica Rey Aguiño. También fue difícil recomponer a la virgen y al cristo, «que estaban rotos en mil pedazos. Por fortuna apareceron todos, excepto un centímetro da muñeca do cristo», añade. La firma ha aprovechado los trabajos para eliminar también el cemento que había en la base y para proceder a limpiar y renovar todas las piezas de esta escultural. Los trabajos finalizaron ayer mismo, aunque el cruceiro permanecerá vallado durante unos días más para permitir que se consoliden todas las reparaciones. «É unha peza moi curiosa, sobre todo polo peto de ánimas que ten na base», concluyó su restaurador.