«El fetichismo del mandil está más que demostrado»

Bea Costa
Bea Costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

«Hay productos que te suben la libido pero, sin sugestión previa, no valen»

17 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La cocina y la comida dan placer, eso ya se sabía, pero lo que la mayoría desconoce es que pueden jugar, también, como elemento de excitación sexual. La psicóloga y sexóloga de O Grove, Mónica Novas, no solo cree en ello sino que incluso ha acuñado un término para identificarlo: gastrosexología. Sobre esta materia hablará en un curso que va a impartir el día 23 de septiembre en el pazo Quinteiro da Cruz (Meis) y para el cual todavía quedan plazas disponibles. Mónica Novas nos pone en antecedentes.

-¿En qué consiste la gastrosexología?

-Es una fusión de psicología, gastronomía y sexología a través de la sugestión.

-¿Cómo se alcanza esa sugestión?

-Hay muchas maneras. En la sugestión vale, por ejemplo, un mandil. Es cuando la otra parte está viendo como se lo pone su pareja ya se prepara para recibir placer. El fetichismo del mandil está más que demostrado, igual que percibimos como un fetiche la lencería y los zapatos.

-Sí pero de la lencería y los tacones de aguja ya sabíamos, pero del poder de los delantales, no tanto.

-Es un estímulo que te dice que va a venir la comida y de que vas obtener placer, lo que te hace estar más receptivo.

-La gastrosexología y el cine también maridan bien.

-Las películas gastronómicas ayudan, como apoyo a la explicación de las cosas. En el curso, primero daremos una explicación teórica y después pondremos trozos de películas como Amelí, Como agua para el chocolate y Nueve semanas y media... Cada fragmento va a tener que ver con un plato. Por ejemplo, pondremos una película japonesa en la que sale un hombre que se encuentra con una mariscadora y le compra una ostra, y para comérsela, él se corta el labio. A continuación haremos un plato con ostra y caviar y la gente ya no va a ver las ostras con los mismos ojos. También llevamos una caja con 150 olores y explicaremos la historia previa de cada uno y cómo pueden excitar. Hablaremos de las texturas, del cambio de las temperaturas...

-El curso ayudará a descubrir nuevas sensaciones...

-A descubrir y tener ciertas pautas para luego aplicarlas en casa, no solo en la vertiente del sexo, sino también con la familia o los amigos.

-Volvamos a los delantales ¿cómo debería ser, cómo hay que ponérselo?

-Yo, particularmente, lo prefiero blanco. La forma de ponérselo, eso depende de cada uno. El truco es que quieras estar predispuesta a complacer. Puede haber un antes y un después de ponerse un mandil. Tú puedes poner el cebo antes de poner el mandil diciendo que ?te voy a cocinar algo especial? o ?voy a usar productos aromáticos que te gustan?. Y el hecho de que te vean cocinar también es importante.

-Vamos, que lo de oler a frito no tiene por que ser un problema.

-Lo importante es sugestionar a la otra parte.

-¿Qué otros ingredientes son importantes?

-El ambiente, la iluminación y cosas así.

-¿Hay técnicas de comer gastrosexuales?

-Yo creo que muchos productos deberían comerse con las manos. En el curso también hablaremos sobre eso. Si tienes tiempo para ver un partido de fútbol de dos horas también tienes tiempo para preparar un ambiente adecuado para comer. Es cuestión de prioridades. Hay que sopesar.

-¿Hay un menú grastrosexual?

-Cada persona tiene un plato diferente. ¿Cómo descubrirlo?.Yendo al curso y comunicándose con la pareja.

-Los afrodisíacos: ¿mito o realidad?

-Hay mucho mito. Hay productos que por historia están más ligados al tema erótico. Productos como la canela, la vainilla tienen olores relacionados con la infancia y te producen bienestar. Y después hay productos que sí te pueden subir la libido, pero, sin sugestión previa no valen para nada. El chocolate y la cola hacen que segregues endorfina, son productos que excitan el sistema nervioso y pueden provocar placer, es verdad, pero hace falta sugestión.

-¿Qué me dice del picante?

-En gastrosexologia.com, donde salen mis artículos, hay un capítulo específico para el picante. Produce el mismo mecanismo que se usa para el masoquismo. Da sensación de dolor en la lengua, como de que te estás quemando, y entonces el cerebro produce endorfinas lo cual provoca placer. Es como una droga.

-Hablemos del concepto. ¿Cómo surge?

-Surgió con el tema del hombre metrosexual, como hombre que intenta conquista a las mujeres a través del estómago. Al fundirse el tema con mi trabajo de profesora de cocina, surgió el hombre gastrosexual y, de ahí, la gastrosexología.

-¿Hay profesiones gastrosexuales?

-El panadero o el repostero. Cuando entras en una casa con olor a pan recién horneado da sensación de placer. O amasar conjuntamente, es plancetero.

Mónica novas Experta en Gastrosexologia