Los alumnos del Anexo tendrán transporte para ir al comedor

maría santalla VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Un microbús los trasladará cada día hasta el colegio de A Lomba

13 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Nervios, sonrisas y alguna que otra lágrima en el regreso ayer a las aulas de los alumnos de Infantil y Primaria, un proceso que se cumplió en la comarca con normalidad y sin grandes incidencias. Incluso con alguna que otra noticia positiva. Es el caso de la que recibió la comunidad educativa del Anexo A Lomba, cuyos alumnos tendrán este curso transporte para acudir al comedor.

Los estudiantes de este centro, situado en los jardines del doctor Fleming, dependen orgánicamente del colegio de A Lomba. Como este tiene servicio de comedor, algunos padres del Anexo reclamaban el derecho de sus hijos a utilizar ese servicio. Efectivamente, así fue, pero el curso pasado se encontraron un nuevo problema: los escolares tenían derecho al transporte escolar, pero desde sus domicilios al colegio y viceversa, no hasta el comedor, de modo que fue necesario habilitar un servicio de taxis para realizar el traslado de los usuarios.

Este año, según anunciaba ayer el alcalde, Tomás Fole, ese problema se ha solucionado. La concejala Rocío Llovo gestionó con la empresa concesionaria del servicio de transporte y llegó a un acuerdo para que durante el curso que ayer comenzaba un microbús se ocupe del traslado de esos niños.

El anuncio lo hizo el regidor ayer, durante la inauguración del curso escolar. Fole acudió al colegio Vagalume acompañado de la concejala de Educación, Rocío Llovo, para abrir el nuevo período escolar y comprobar las necesidades de los centros vilagarcianos. Fue recibido por un buen número de alumnos de Educación Infantil que encaraban su primer día de curso con ánimos muy dispares. Muchos estaban ilusionados por el reencuentro con sus amigos o por el inicio de una nueva aventura. Otros no querían desprenderse de sus padres y adoptaban un semblante serio, lloraban e incluso pataleaban.

No deja de ser la estampa habitual del regreso a las aulas, un proceso que en la comarca arousana afectó a unos 8.000 pequeños y que se cumplió con normalidad. Hubo, es cierto, algunos ajustes de profesorado, bien por los recortes determinados por Educación -a este respecto desde el colegio de Baión aclaraban ayer que no tenían profesores de sobra- o por bajas que no han sido cubiertas. Y hay, también, malestar en muchos docentes por los cambios horarios y, sobre todo, por la obligación que se les ha impuesto de atender a los pequeños cuando estos bajan del transporte escolar, un tema que seguramente coleará durante este primer tramo del curso.