O Salnés registró una veintena de fuegos en la pasada madrugada

B. Costa, P. García VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

En Meis y Ribadumia las llamas pusieron en peligro casas, pero no hubo males mayores

10 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

A partir las tres de la madrugada de ayer las alarmas empezaron a sonar en las bases de Protección Civil y los Bomberos de O Salnés. En el ámbito que comprende los concellos de Vilagarcía, Vilanova, Meis y Ribadumia se registraron entre quince y veinte fuegos -el baile de cifras responde a la falta de coincidencia entre los datos que maneja Protección Civil y la Consellería do Medio Rural-, que en su mayor parte no llegaron a media hectárea de superficie.

Meis fue el municipio que se llevó la peor parte pues allí se registraron hasta nueve focos, según confirmaron fuentes de la Consellería de Medio Rural. A las 3.55 horas, en la sede de los Bombeiros do Salnés de Ribadumia recibían el aviso de la Guardia Civil alertando de que había tres puntos activos. Inmediatamente, pusieron rumbo a la parroquia de San Martiño donde la llamas amenazaban casas en los lugares de Saramagoso y Bandeira.

No muy lejos, siguiendo la estela de la pista que conduce a Puxafeita (Ribadumia) se producía otro fuego y en pocas horas proliferaron otros más por este mismo entorno, circunstancia que alimenta la hipótesis de que los incendios pudieran ser intencionados.

El fuego de mayor envergadura de los habidos en Meis se llevó por delante 8.000 metros cuadrados de monte raso y las labores de extinción se prolongaron durante siete horas, hasta las 10,25 de la mañana, según informó Medio Rural.

Afortunadamente, el terreno todavía estaba húmedo por las lluvias caídas durante el fin de semana y la dirección del viento no favoreció la propagación de las llamas, lo cual facilitó que los fuegos no alcanzaran mayores dimensiones y se pudieran salvar viviendas y huertas, pese a que las llamas llegaron a menos de diez metros en algunos casos. Alguno de los conatos incluso llegó a apagarse por sí solo. Con todo, en Cabanelas (Ribadumia) ardieron unos 8.000 metros cuadrados de monte arbolado; en András (Vilanova), 2.000 metros cuadrados y en Galáns (Vilagarcía), alrededor de 3.000 metros cuadrados de monte. En Vilagarcía, los medios de la Xunta intervinieron ayer en dos puntos distintos. Los momentos de mayor apuro se vivieron de madrugada, pero por la mañana todavía seguían activos algunos de los fuegos, lo cual obligó a movilizar a medios aéreos de la Xunta. En San Martiño, detrás del área de servicio de la autovía, a las 19.00 horas de ayer todavía seguían humeando los rescoldos.

Fue una noche intensa para los servicios de emergencia de la comarca. En el Grupo Local de Pronto Auxilio de Protección de Vilanova se pusieron en marcha a las tres y media de la mañana para atender la alerta que surgió en András, y ya no pararon. Al mediodía seguían pendientes de las incidencias que pudieran producirse, y no fueron los únicos. Protección Civil de Cambados pasó la noche en vela para atender los flancos de Meis y Ribadumia y tuvo que regresar en varias ocasiones a la base para repostar agua. También se movilizaron los equipos de Protección Civil de Sanxenxo y en la agrupación de Ribadumia tampoco pegaron ojo, pendientes del teléfono.

Amplio operativo

La Guardia Civil de Vilagarcía y Cambados también se movilizaron como consecuencia de los incendios y, por supuesto, las cuadrillas de la Xunta, aunque ayer no faltó quien criticara que tardaron mucho en aparecer por los montes de O Salnés. Desde la Xunta, por su parte, informaron ayer de la participación de los agentes, brigadas y motobombas en los operativos en marcha.

La concentración en el tiempo y el espacio de los fuegos fue tal que en algunos momentos los servicios de extinción se vieron desbordados «así que iamos atender alí onde viamos máis lapas e onde había as casas máis cerca», según explicaron efectivos que participaron en los operativos. Los vecinos también participaron con mangueras y abriendo sus fincas para facilitar el paso a las motobombas, algunos en pijama y con el susto en el cuerpo.