Se trata del premio de mayor cuantía económica sellado en Cambados
16 mar 2011 . Actualizado a las 10:09 h.Entre ochocientas y mil quinielas de fútbol se sellaron el pasado sábado en el restaurante Reboredo de Cambados. Es lo habitual. Lo que ya no es tan normal es que uno de estos boletos acabe premiado con 1,5 millones de euros. Y es que el único acertante del pleno al quince de la última jornada de liga eligió este emblemático local cambadés para depositar sus apuestas. Pagó cuatro euros por un boleto con tres dobles. Ayer todo eran rumores pero nadie sabía, a ciencia cierta, quién había sido el afortunado ganador.
«Xa o merecía este bar, porque fumos os primeiros en ter sellado de quinielas en todo Cambados», explica el dueño, hoy jubilado, de este establecimiento, Ramón Reboredo. El local abrió sus puertas en el año 53 y desde el 62 ofrece a los vecinos la posibilidad de realizar sus apuestas. Es un local emblemático, que ha repartido cuantiosos premios a lo largo de su historia. En el 97 sellaron una quiniela de 75 millones de pesetas y, más recientemente, Bonolotos de 100.000 y 45.000 euros. Pero, hasta ahora, ninguna se había acercado a la cantidad repartida este fin de semana, explica Carmen Reboredo, hija del fundador y actual dueña del negocio. Su sorpresa fue mayúscula ayer por la mañana cuando se encontró la puerta del local, que cerraba por descanso, llena de medios de comunicación. «Es el premio más grande que se repartió nunca en Cambados», aseguraba orgullosa. Como si de una premonición se tratase, el pasado lunes estuvo viendo el partido y cuando el Bilbao logró empatar pensó que a alguien se le había fastidiado la quiniela. Nunca, que el boleto ganador se sellaría en su local.
El Reboredo es un establecimiento familiar en el que también trabajan los dos hijos de Carmen, Toño y Ramón. Ambos llevan toda la vida sellando quinielas y, por los datos del boleto ganador, se aventuraron ayer a dar el perfil del propietario de la apuesta millonaria.
«Esta es una quiniela que se hace poco. Solo siete u ocho personas la sellan así», explicaba Toño. «Automática non é. Está feita a man e pode ser dunha persoa que non as pensa moito», añadió Ramón. Ambos estuvieron de acuerdo en que el boleto pertenece a un vecino, que no entiende demasiado de fútbol y que parece más del Madrid, pues apostó a que el Barça empataba.