Medio centenar de personas acudieron ayer a la convocatoria del gobierno local de O Grove para debatir acerca de cómo la futura Lei do Litoral afectará al municipio. Hasta el alcalde, José Antonio Cacabelos, se vio gratamente sorprendido por el nivel de asistencia, ya que no faltó ninguno de los colectivos convocados, incluidos los partidos políticos y particulares.
La conclusión a la que se llegó al final no difiere mucho de los temores que el alcalde ya había adelantado. De hecho, los técnicos municipales en su exposición ya hablaron de la falta de concreción del documento, de la indefinición de los espacios y de la limitación del área de protección. Todo ello podría poner en peligro el crecimiento de los núcleos rurales y de zonas como San Vicente, Pedras Negras o Balea, como núcleos actuales de crecimiento. «O Grove ten 21 quilómetros cadrados, e no documento da Xunta aparece cuberto por unha mancha verde. Iso quere dicir que toda a península está protexida. Nós compartimos que a protección é necesaria, pero nos parece esaxerado, porque limita o crecemento nas zonas rurais e na consolidación dos núcleos de poboación».
Nueva reunión
Finalmente se acordó que desde la oficina técnica municipal se enviaría a todos los colectivos una propuesta similar a la que ya se había hecho llegar a la Xunta cuando desde el gobierno autonómico se les solicitó su parecer. «Queremos que todos teñan ese documento antes do martes para reunirnos de novo, non máis alá de quince días, e que cada un aporte o que considere oportuno».
Los colectivos también solicitaron asesoramiento técnico ante las dificultades que encontraron para interpretar correctamente el documento de la Xunta. El alcalde cree que se debe a que se trata de un proyecto inconcreto. «Deixa a porta aberta para os casos particulares, pero en todo caso, queda nas mans da Xunta o que se pode facer e o que non», subraya el regidor.
En resumen, lo que acordaron solicitar los presentes fue una mayor delimitación de las zonas, y que se concretase la expansión de los núcleos rurales y urbanos, así como una mejor definición de los usos, porque como indicó José Antonio Cacabelos, «todo está de forma abstracta».
Crecimiento industrial
Los presentes en el encuentro que tuvo lugar en la tarde del miércoles en la casa consistorial no solo temen que la Lei do Litoral perjudique al crecimiento urbanístico de O Grove, sino también que estrangule turísticamente una de las poblaciones más visitadas en Galicia. Pero también se teme por el desarrollo industrial, ya que incluso el área reservada como suelo empresarial figura como zona de máxima protección en el documento de la Xunta.
Los presentes acordaron reunirse de nuevo la próxima semana, en cuanto estudien el informe técnico que se les enviará desde el Concello y que tiene como objetivo traducir a la realidad de O Grove el proyecto presentado por la Xunta, para que los vecinos puedan tener un mejor conocimiento de la cuestión antes de presentar alegaciones.
Los interesados tienen un mes más de plazo para alegar, después de que la Xunta acordara prorrogarlo.