Luis Aragunde Aragunde tomó ayer posesión como alcalde de Cambados en un acto multitudinario al que asistió la plana mayor del PP provincial y para el que el salón de plenos del Concello se quedó pequeño. Aragunde se hizo esperar y con diez minutos de retraso sobre el horario previsto inició una sesión con un marcado carácter protocolario y emotivo.
La suya fue la única candidatura presentada para ocupar la alcaldía, resultando elegida con nueve votos a favor y cinco votos en blanco correspondientes a la oposición. A la sesión de ayer faltaron dos ediles del PSOE y uno del BNG.
Una vez jurado el cargo y con el bastón de mando en su poder, Aragunde realizó un discurso en el que dio a conocer sus objetivos para los dos años de mandato que le quedan por delante. Sitúo como su prioridad «mellorar a calidade de vida dos cambadeses» y contribuir a paliar los efectos de la crisis «que está deixando a centos de veciños sen traballo».
«Humildade e honradez»
Aragunde anunció su disposición a proseguir los proyectos iniciados y a «facer realidade os que estiveron paralizados pola Xunta», en alusión, por ejemplo, al puerto deportivo y a la reforma de la plaza de abastos. Ofreció diálogo y pidió la «colaboración» de los grupos de la oposición, así como del personal municipal. «O listón está alto pero traballaremos con humildade e honradez».
Aragunde inició su intervención con el capítulo de agradecimientos haciendo especial mención al presidente del PP provincial, Rafael Louzán, a la diputada Ana Pastor, y al delegado territorial y ex alcalde de Cambados, José Manuel Cores Tourís, todos ellos presentes en la sala.
Tampoco dejó de mencionar a sus antecesores en el cargo; al mencionado Tourís así como Antonio Pillado y Santiago Tirado, de los cuales elogió su gestión en favor de los intereses del municipio. A sus 37 años y tras ocho años como concejal, se convirtió ayer en el quinto alcalde de la democracia en Cambados y el tercero del PP en los últimos 22 años.
Como hiciera Cores Tourís, Aragunde ocupó el sillón de la alcaldía en el medio de mandato, propiciando una transición que recibió ayer los elogios de Rafael Louzán. «Estou moi contento pola forma en como se entende o relevo na vila de Cambados», indicó al término del pleno. Lo que está por ver es si este relevo se producirá también al frente del partido.
Louzán anunció ayer que se avecina una época de renovación de las ejecutivas locales, aunque todavía no está decidido en cuales. Por su parte, Cores Tourís, el actual presidente del PP cambadés, informó que en el seno de la agrupación local aún no se planteó esta cuestión. «Aquí hai moita tranquilidade», señaló.