La Dirección Xeral de Relacións Laborais impuso una sanción de 25.000 euros al Hospital do Salnés al entender que se vulneró la buena fe y la dignidad profesional de una oftalmóloga que fue apartada del quirófano después de que se detectaran infecciones en al menos dos de sus pacientes.
Los hechos denunciados tuvieron lugar en junio del 2006, después de que se detectaran dos casos de endoftalmitis postquirúrgica en pacientes intervenidos por la oftalmóloga. Se da la circunstancia de que la especialista, que trabajaba en el hospital desde el año 2001, había denunciado en más de una ocasión las condiciones en las que debía realizar su trabajo, al considerar que el material no era el más adecuado, y que tenía que compartir quirófano con urgencias, lo que le obligaba, en ocasiones, a desalojarlo con rapidez, «lo que le expone a frecuentes problemas tanto con los pacientes como con los familiares de estos», se indica en el informe.
A raíz de aquellos hechos la doctora tuvo que coger una baja. En el informe se dice también que en ese tiempo la gerencia no le informó de que se había sobreseído el expediente al demostrarse que las complicaciones médicas de los pacientes no estaban relacionadas con la actuación de la especialista, y sin embargo, sí se le envió en ese tiempo otra queja de otro paciente para que la respondiese.
La inspectora de la Seguridad Social que se ocupó del caso propuso el año pasado una sanción de 25.000 euros contra la dirección del hospital al entender que se vulneró la buena fé y no se tuvo en cuenta la dignidad profesional de la afectada. La sanción fue ratificada por Relacións Laborais, aunque la gerencia del hospital ya ha presentado un recurso en su contra.