Uno de los perros de rastreo de los bomberos, único en Galicia en obtener la homologación internacional

S.L.L.

AROUSA

12 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Organizada por Casaga (Cans de Salvamento de Galicia), el sábado se celebró en Ferrol las pruebas que todos los años acreditan a los mejores perros de rastreo en la categoría de escombros; es decir, aquellos especializados en la búsqueda de personas enterradas por catástrofes naturales o atentados terroristas. Acudieron animales de Portugal, de Santander y de Madrid, y veinte que llegaron desde distintos puntos de Galicia. Entre ellos estaba Kairo, un perro labrador de la unidad de canina de los bomberos de O Salnés, un veterano en esta prueba que ya había salido airoso de los exámenes el año pasado. Pues bien, en esta ocasión, Kairo fue el único perro de toda Galicia que logró la homologación internacional, lo que le permitirá trabajar en cualquier punto del mundo en el que se requiera su presencia para buscar a personas desaparecidas y enterradas bajo los escombros.

Su entrenador, Pablo Oubiña, lo anunciaba ayer orgulloso. «Ya nos llamaron el año pasado para ir a China, pero no pudo ser por culpa del visado». Se refiere el bombero a la catástrofe que alosó el país en mayo del 2008, cuando murieron 10.000 personas a causa de un terremoto.

En cualquier país del mundo

Ahora esperan que estos problemas se puedan resolver en caso de precisar la ayuda de Kairo en cualquier rincón del mundo, ya que los bomberos de O Salnés han firmado un convenio con la oenegé SAR (Salvamento, Ayuda y Rescate) que se hace cargo de los gastos de viaje en caso de que la profesionalidad de Kairo sea requerida en cualquier lugar del extranjero, un servicio que podría ofrecer gracias a su homologación internacional.

La unidad canina de los bomberos de O Salnés tiene en la actualidad tres perros. Además de Kairo, que ya tiene tres años y que fue recogido a los seis meses, disponen de un cachorro y de otro de dos años, Curro, un pastor belga que está especializado en el rastreo de grandes áreas, una habilidad muy útil en Galicia ya que es habitual que haya que buscar a personas desaparecidas en los montes. De hecho Curro ya trabajó en Ferrol, en Lugo y en cualquier lugar en el que su fino olfato y su sentido de la orientación sea necesario para localizar a personas en paradero desconocido.