La visita del presidente del Partido Popular de Vilagarcía, Tomás Fole, a Cáritas, con foto incluida, el pasado sábado continúa trayendo cola. Si el lunes fue el PSOE el que censuró la iniciativa de los conservadores, ayer fue el propio Fole quien respondió a las críticas socialistas, a quienes no dudó en calificar de «rastreros».
Fole defendió la «concienciación social» de su partido, ya afirmó que mientras él ofrece su colaboración a los más necesitados, «el PSOE gasta 6 millones de euros en decorar salas y despachos de la Xunta en plena crisis económica». «Hay que ser muy retorcido, frustrado y vivir al margen de la realidad para no comprender que los jóvenes de Nuevas Generaciones acudieron a Cáritas para conocer su funcionamiento, llevar ropa ante la solicitud pública de ayuda y ponerse a su disposición», añadió el portavoz del PP.
El líder popular insiste en que la ejecutiva local socialista es «rastrera» y defiende que su formación fue la única que acudió al llamamiento de Cáritas. La actuación de NN. GG., reitera Fole, se originó a raíz de los comunicados públicos «en los que varias ONG locales solicitaron una implicación especial de la sociedad ante el aumento de familias que acuden a ellas ante la crisis».
Los conservadores vilagarcianos reprochan al PSOE que, «en lugar de tomar nota politicen un tema tan sensible» y acusa a los socialistas «de medirlo todo desde el punto de vista electoral», mientras que el PP, asevera su presidente local, lo hace «desde el punto de vista de las familias que tienen necesidades independientemente de que haya o no elecciones». Si el PSOE hubiese hecho los deberes, «nadie tendría que acudir a llamamientos de este tipo», concluye Fole, quien se pregunta por los «miles de dependientes que aún esperan las ayudas que les corresponden por ley».
No menos contundente fue el secretario comarcal de CC. OO., Fernando Ramos: «Al mamarracho de Fole a este paso no le van a llegar los días y las horas para visitar Cáritas, y eso que pertenece a un partido que genera exclusión social». Ramos se mostró convencido ayer de que «pronto volverán con Louzán» y tachó de «gentuza a estos que buscan la foto a costa de la desgracia ajena». «Tendrían que estar procesados», sentenció.