El Concello de O Grove ha prescindido este año de las cámaras de videovigilancia para controlar el recinto de la Festa do Marisco. Su colocación, en la edición pasada, le valió duras críticas por parte del Movemento polos Dereitos Civís, alegando que carecía de los permisos oportunos, pero desde la concejalía de Seguridade Cidadá aseguran que la decisión de no instalarlas este año no tiene nada que ver con esta circunstancia.
No hay cámaras pero eso no quiere decir que no haya vigilancia. El recinto está controlado las 24 horas del día por los voluntarios de Protección Civil y por la noche, si están de guardia, también patrulla por la zona de O Corgo la Policía Local. La Guardia Civil colabora en estas tareas de control.
Se presta especial atención a aquellos puntos del recinto donde hay materiales de valor, como puede ser las cajas -donde hay terminales de ordenadores- y el almacén. En este último lugar eran frecuentes en el pasado los hurtos. El año pasado no hubo ninguno y en lo que va de edición del 2008, tampoco. Desde la concejalía consideran que la presencia de las cámaras funcionó como elemento disuasorio para los rateros. El año pasado, por ejemplo, tampoco hubo denuncias por la acción de los carteristas, algo que sí era habitual en ediciones anteriores.
Después de la experiencia de la Festa do Marisco, el Concello colocó más cámaras de videovigilancia en la casa de la cultura Manuel Lueiro Rey y el colegio Rosalía de Castro, medidas que también fueron objeto de denuncias por Dereitos Civís.