La Voz de Galicia

¿Y de postre? Yogur de grelos

Yes

Pablo Portabales

11 Feb 2017. Actualizado a las 14:16 h.

miguel souto

Lo abrí con cierto nerviosismo. Nunca había tenido en mis manos un yogur de grelos. A través del envase de cristal veo cómo en el fondo, efectivamente, reposa una mermelada de ese color verde tan característico. Un verde-grelo que debería estar incluido en la bandera gallega. Con la cucharilla lo mezclé todo bien y el blanco adquirió un suave color verdoso. ¡Qué rico! Sabe algo a grelos, aunque es tan delicioso y natural el yogur que tan solo se aprecia allá al fondo del paladar el regusto de la verdura. «Moitas grazas. Se ten moito éxito igual temos que plantexarnos facer máis produción, pero a nosa idea era e é facer algo especial para a feira do cocido, facer un guiño a este evento tan importante na nosa terra», destaca desde la comarca do Deza la ingeniera industrial Susana Aguiar Carral. La última semana de diciembre del 2015 vio la luz el primer yogur del proyecto que puso en marcha junto a su marido, Álex Moure Silva, también ingeniero. Ella diseñaba ambulancias y él dirigía una planta de detergentes, y ahora intentan conquistar el paladar con­ una empresa de yogures artesanos que acaba de ganar el primer premio a nivel gallego de la Asociación de Jóvenes Empresarios y que bautizaron con el nombre de Kalekói.

ORIGEN VIKINGO

Susana dice que mucha gente les dice que el nombre parece vasco, pero el origen, aclara, es otro. «É o nome que tiña Galicia cando estaban os vikingos, no 1800 antes de Cristo. Apetecíanos algo pouco usado pero que representase a nosa terra», argumenta. Como la pareja procede de familia de ganaderos decidieron apostar por la leche como materia prima de su idea. Comercializan varios sabores y formatos y un año después de iniciar esta aventura aseguran: «Estamos moi contentos porque á xente lle recorda aos iogures da súa infancia pola cremosidade», destaca Susana, un poco desbordada por el interés por el yogur de grelos, una versión artesanal del famoso de licor café de Larsa. «Temos poucas unidades e intentaremos atender toda a demanda», reconoce.­

 

RAFA NADAL Y LAS ACEITUNAS

Llenó el auditorio principal del palacio de congresos Palexco, con capacidad para unas 1.500 personas. Pero hubiese abarrotado cualquier recinto. «Yo no recuerdo nada igual», me comenta uno de los responsables de la instalación sobre la cantidad de llamadas que recibieron de gente que preguntaba si se distribuían invitaciones. Lo mismo le sucedió al Banco Sabadell, entidad promotora de la charla-entrevista, que muchos días antes ya había agotado las entradas. Nadal se alojó en el hotel Hesperia Finisterre. Dedicó la mañana a grabar un spot con su compañero Marc López, con el que ganó el oro olímpico, en el Coliseo de A Coruña. Antes de salir al escenario se fotografió con un grupo de invitados vip en un espacio reservado. Ahí se limitó a sonreír, a fotografiarse con todos delante del photocall y apenas probó nada del aperitivo que sirvieron. Y digo apenas porque sí que dio buena cuenta de las aceitunas, que se ve que le gustan mucho y son compatibles con su dieta de deportista de élite. Los centenares de invitados soñaban con que Rafa estuviese presente en el cóctel posterior, pero el tenista salió nada más acabar con dirección al avión privado que le esperaba en Alvedro. No le dio tiempo a probar el yogur de grelos.

L

 

FOTO: MIGUEL SOUTO


Comentar