Fallece a los 107 años de edad la vitalista «abuela» de Ferrol

Desde hoy reposará en el cementerio de Catabois Aurora López Iglesias, natural de Vilalba pero que a los ocho años se trasladó con sus padres a Ferrol. Hace menos de una semana que había cumplido los 107 años y falleció el lunes en una residencia de Cambre en la que había pasado los tres últimos años. Hasta su ingreso, cuando ya contaba 104 años, fue plenamente autónoma y vivía sola en un piso de Caranza, al que se había trasladado con su familia hace más de 50 años desde su domicilio inicial en el barrio de Esteiro.

Aurora enviudó hace 42 años y tuvo cinco hijos, de los que en la actualidad viven cuatro. Según recuerda Jaime, uno de ellos, su madre trabajó en tiempos de la República en la tintorería Ideal, en la que estaba asegurada y por eso cobraba una pensión, pero después lo dejó para cuidar a los hijos. El negocio sigue abierto y la ex empleada lo visitó después de haber cumplido los 100 años y se emocionó mucho al encontrarse con los descendientes de los que fueron sus jefes.

Su hijo Jaime la define como una mujer con mucha entereza, una gran sabiduría popular, un sentido común en grado sumo y una artista con las labores de costura y bordado. Aurora mantuvo la consciencia hasta el último momento y su ingreso en la residencia de Cambre a los 104 fue debido a que su familia temió que pudiera ocurrirle algún percance con la cocina. El pasado lunes, su hijo Jaime había acudido a la residencia para darle la comida ?desde hacía 20 días tenía dificultades para tragar? y antes de despedirse le hidrató la cara con una crema. Ella le dijo: «hola corazón, gracias», frase que figuraba en una de las coronas de flores que acompañan el féretro en el cementerio de Catabois.