La silledense Ramona Costoyas Rey celebra los 108 años de edad con una fiesta con sus familiares

Ramona Costayas Rey, residente en Quintela, en la parroquia de San Tirso de Manduas, sopló ayer las velas de sus 108 años. El estreno de ese nuevo cambio de edad lo celebró con dos de sus tres hijos y una de sus cuidadoras.

Hasta su lugar de residencia se desplazaron el alcalde de Silleda, Manuel Cuíña, y Pilar Peón, responsable de Bienestar Social, quienes le hicieron entrega de un ramo de flores. Ramona nació en Andamollo, donde se crio con sus abuelos, ya que sus padres fueron unos de aquellos tantos que decidieron tomar rumbo a lo desconocido e ir a ganarse la vida a Latinoamérica, más concretamente a Argentina. Ramona se casó con José Sueiro, vecino de Merza, que falleció a los 90 años. La centenaria, que tiene 10 nietos y numerosos bisnietos, guarda numerosos recuerdos de una vida ligada y dedicada al mundo agrícola.

Aunque padece algún problema de movilidad, Ramona posee una excelente memoria. Ella tiene el segundo puesto de entre las vecinas más longevas de Silleda, solo por detrás de Concepción Pichel, de Vilar, que el pasado mes de mayo cumplió los 109 años de edad.

La comarca dezana es una buena zona para alcanzar edades que rondan el siglo de existencia, y que en varios casos van más allá. A las centenarias silledenses también se incorporó el pasado mes de junio Manuela Villar Lojo, de la parroquia de Siador. Manuela nació en Graba y cuida todos los días de la huerta, vive con su hijo y su nuera, tiene cuatro nietos y varios bisnietos.

Por su parte, en el municipio de Vila de Cruces estrenó centenario, el pasado mes de junio, Consuelo Castro. Vecina de la parroquia de Camanzo, vive con su hija y su yerno, Consuelo y Pepe. Lo de Consuelo era más la costura, aunque una alergia a los 95 años le redujo algo sus facultades.