César Aja regresa a la primera línea del ruedo político. Lo hace en la plaza en la que durante casi 20 años fue alcalde: Viveiro. Y sale a escena -dice- con la ilusión del primer día, aunque con mucha más experiencia. Es la apuesta del PP para arrebatar la alcaldía al PSOE, algo que a priori pasa por obtener la mayoría absoluta. Aja llega con fuerza. Se nota en su discurso.
-Vamos a por todas. Tal y como está Viveiro le va a resultar muy difícil gobernar a quien no obtenga la mayoría absoluta. Se necesita un gobierno fuerte... Que repita Roel (PSOE) sería un desastre, porque es un kamikaze político. En contra de lo que ocurría antes, ahora el Ayuntamiento sale en los periódicos por cualquier cosa menos por las inversiones.
-¿Por qué regresa?
-De momento estoy en edad activa, -dice riéndose-. En serio, hay dos motivos principales. En este momento, como todo el mundo sabe, el PP de Viveiro está unido, no ha habido ninguna baja de afiliados, pero hay un problema con una serie de concejales. Yo, como presidente del partido en Viveiro asumo la responsabilidad de pasar página. Por otro lado, conozco los entresijos municipales y dada la trayectoria errática del Ayuntamiento si el PP presenta un candidato novel y llega a la alcaldía se iba a encontrar con muchas dificultades, de tipo económico, estructurales, de personal... Yo espero aportar mi experiencia a un equipo joven y trabajador, que vaya cogiendo las riendas de la política municipal.
-¿Tienen expectativas de ganar las elecciones?
-Por supuesto. El PP ha ganado en las últimas elecciones, a pesar de todas las dificultades. Si extrapolamos los datos de las europeas, por ejemplo, hubiésemos obtenido mayoría absoluta.
-¿Y cómo cree que se va a tomar la gente su regreso?
-Habrá de todo. Pero de momento la gente del partido, que es la que está todo el tiempo contigo, me anima mucho.
-¿Le pasarán factura política las discrepancias en el PP viveirense?
-Yo creo que no, porque no ha habido una polémica por el distanciamiento ideológico. Yo dije que fue por motivos crematísticos, y hubo quien lo tomó a mal. Leal -el portavoz del grupo municipal-, tiene una gestoría que depende mucho del Ayuntamiento y ha tenido que plegarse a determinados intereses. Para eso es mejor que no se dedique a la política... yo no quise decir otra cosa. Hay que recordar que Melchor Roel no metió en la cárcel a Leal porque no pudo, así que los cariños de última hora no se entienden. Aquí hubo diferencias por personalismos ajenos a lo que son los intereses de Viveiro. En Viveiro nos conocemos todos y sabemos cómo actúa cada quien.
-Ahora tendrá la oportunidad de resarcirse de las últimas elecciones en que fue candidato, cuando ganó, pero perdió la alcaldía por un puñado de votos.
-En aquel momento tenía serias dudas de que pudiésemos ganar. Hay quien dice que nos confiamos y trabajamos menos, pero no fue así. Al contrario. Pero las cosas son así y tratamos de hacer nuestro trabajo en la oposición, donde sufrimos ataques furibundos aunque nunca pudieron demostrar que cometiésemos irregularidad alguna.
-¿Será una campaña polémica?
-No vamos a entrar en descalificaciones y si tenemos la suerte de gobernar en Viveiro haremos borrón y cuenta nueva. Lo garantizo y nunca he faltado a mi palabra. No voy a perder ni un segundo en mirar atrás... Viveiro no se lo puede permitir, no hay tiempo para eso. Lo que debemos hacer es reflotar el ayuntamiento y eliminar en la medidas que podamos los contenciosos, que hay más de 200, lo que es insoportable.
-Se le nota ilusionado.
-Tengo ilusión... distinta de la del primer día. Entonces era inexperto y ahora, para bien o para mal, el tiempo ha hecho su trabajo.