El Garoa «naufraga» en Belesar

Xosé Ramón Penoucos Blanco
X. R. Penoucos SARRIA/LA VOZ.

A MARIÑA

Desavenencias entre los dueños del yate y el empresario que quería explotarlo dejan al barco varado en Mourulle a la espera de que sus propietarios decidan su futuro

24 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La travesía del Garoa en su primera incursión en agua dulce en el embalse de Belesar se limitó a cubrir el trayecto entre las poblaciones de Portomarín y Mourulle, un viaje obligado al quedar sin apenas agua el pantano a su paso por la primera de estas localidades.

Las desavenencias surgidas entre el propietario del yate y el empresario portomarinense, que iba a quedárselo para poner en marcha distintas actividades en la zona, desembocaron en una rotura de relaciones y con el barco varado a la espera de un nuevo destino.

Las cosas parecían funcionar a la perfección cuando a finales del pasado mes de julio, en plena temporada estival, la embarcación de recreo llegaba a Portomarín en medio de un despliegue de medios impresionante, tanto para transportarla como para bajarla posteriormente al embalse desde el puente principal de la localidad (como se puede ver en la fotografía que ilustra esta información).

El empresario que quería adquirir la embarcación comenzó a realizarle varios arreglos que, en teoría, deberían de dejarlo en casi perfecto estado y tenía proyectado hacerle una gran reforma, consistente en recubrir el casco por completo de fibra. El problema, según las explicaciones facilitadas por este industrial, fue que tras solicitar presupuesto a un carpintero detectó que debido al mal estado en que se encuentra el barco, tendría que invertir una cantidad más elevada que la que tenía pensado en un primer momento. Informó de esa contingencia a los dueños de la nave y les dijo que en esas condiciones no estaba en condiciones de seguir adelante con la transacción. Las relaciones se rompieron en ese momento y es muy complicado que vuelvan a reanudarse, según indicaron.

La persona que iba a adquirir el barco asegura que efectuó una cuantiosa inversión para ponerlo en regla, así como para transportarlo desde el puerto deportivo de Viveiro hasta la localidad interior de Portomarín y asegura que todas las negociaciones fueron de carácter verbal, por lo que realmente no hay constancia de las condiciones en las que se estableció la operación.

Falta de apoyo público

A pesar de este desengaño, asegura que continuará adelante hasta conseguir una embarcación adecuada para iniciar un proyecto en el que, mantiene, lo único que busca es potenciar la zona de los embalses del interior de la provincia de Lugo, que considera que no está suficientemente apoyada por los organismos oficiales.

Los dueños del barco todavía no tienen claro lo que van a hacer con él, pero aseguran que todavía hay opciones de que pueda quedarse en Belesar. Si no fuera así posiblemente lo volverían a transportar al muelle de Viveiro.