La crisis tiene muchas caras y a veces algunas de las más dramáticas se destapan en Cáritas, organización a la que cada año recurren más familias que carecen de recursos. Los datos son concluyentes. Las peticiones de ayudas han aumentado en todos los municipios. Cáritas está desarrollando estos días su tradicional campaña de Navidad para recoger alimentos y donativos, para distribuir entre los más necesitados.
Son muchas las necesidades: «Se ha pasado de la promoción y formación para el empleo, que eran actividades que veníamos desarrollando últimamente, a la atención primaria original de Cáritas, a la que hemos regresado. Es la recogida de alimentos, el pago de hipotecas, de recibos de luz y, en definitiva, atender casos de verdadera angustia personal», señalan desde la delegación de Cáritas Diocesana Mondoñedo-Ferrol. Y añaden: «La pérdida de empleo está desestructurando y desestabilizando unidades familiares. Eso se aprecia con mayor claridad desde principios de año».
Estadísticas elocuentes
Estas tendencias se observan con nitidez en el último estudio del Observatorio de la Realidad del Equipo de Estudios de Cáritas Española, en su informe sobre las demandas atendidas a través de la red de acogida y atención primaria en el primer semestre de 2009. El número de demandas de ayuda en Cáritas desde el año 2007 al 2008 aumentó un 41% y sólo en el primer semetre de 2009 lo hizo en otro 40,7% respecto a 2008.
Las ayudas para vivienda aumentaron en los primeros seis meses del año un 44,9% y para alimentos un 58%. Como consecuencia, los fondos que Cáritas Diocesanas invierte en ayudas económicas en concepto de vivienda han aumentado un 72% entre el año 2008 y el primer semestre del 2009 y las dirigidas a la alimentación un 50%.
Son estadísticas, tras las que se ocultan casos reales. ¿Pero se puede trasladar esta realidad nacional a la comarca de A Mariña? Con ligeras variaciones, sí. En la costa de Lugo, Cáritas cuenta con un importante número de vecinos voluntarios que colaboran con la organización. Lo hacen de diferentes formas, con sus aportaciones económicas y de alimentos, ropa y otros bienes y también participando activamente, en campañas, atendiendo los roperos parroquiales, ayudando a gente, etcétera.
Atender necesidades básicas
Es, también, una labor en la sombra y a menudo poco valorada. En su mayor parte es gente madura. «En Cáritas Parroquiales de Viveiro, Vilalba, Foz, Cervo, Xove, Burela y Ribadeo, entre otras, se ha incrementado el número de atención a familias. Se constata que se las demandas han aumentado en lo que se refiere a la atención de necesidades básicas: alimentación, vestido, material escolar, el pago de suministros de vivienda, el alquiler de la vivienda e incluso el pago de hipotecas», señalan desde Cáritas Diocesana Mondoñedo-Ferrol.