Inician el derribo parcial del edificio Grallal, en Viveiro, para su legalización

Si a nadie sorprende la presencia de andamios para levantar un edificio, una imagen que ya forma parte del paisaje urbano de Viveiro, resulta insólito ver justamente lo contrario. Andamios y obreros que, en lugar de colocar ladrillos los tiran, en un inmueble que todavía se encuentra en construcción. Más de una persona observará en breve con asombro cómo se derriba parte del edificio Grallal, en Covas. La Xunta ordenó la demolición de dos plantas de esta construcción para lograr así su legalización y levantar la suspensión cautelar de las obras que pesa sobre el inmueble. El lunes comenzaron los trabajos preparatorios. El derribo será muy complejo para preservar la estructura. La Consellería de Cultura e Deporte desestimó el recurso de alzada interpuesto por Andrés López Blanco, en nombre y representación de la sociedad limitada homónima, contra la resolución de la delegación provincial (10 de enero del 2006), que denegaba la autorización de las obras de construcción del edificio próximo al pazo de Grallal. Altura máxima de??????16?????metros Patrimonio estipuló dos condiciones para permitir que se reanuden las obras y regularizar así la situación de la edificación. Por un lado, «axustar as alturas aos criterios definidos reiteradamente pola Comisión Territorial do Patrimonio Histórico de Lugo, establecidas en baixo e catro plantas, cunha altura máxima de cornixa resultante de 16 metros, aplicaba en tódalas fachadas, especialmente na orientada cara ao pazo». A esto se suma «a harmonización co entorno das características volumétricas e compositivas do tipo edificatorio empreado mediante o uso de solucións máis homoxéneas nas volumetrías das cubertas, e na composición e aliñacións de fachadas». La normativa vigente establece un área de protección del pazo de Grallal de cien metros, pues es parte del patrimonio artístico del Concello de Viveiro. El edificio se encuentra a sólo veinte metros del pazo. El origen de este problema radica en la licencia de obra, dada por el ejecutivo de César Aja en la comisión del 9 de junio del 2003, a cuatro días del cambio de gobierno. El permiso fue concedido «cunha infracción legal procedimental, dado que non se solicitou a autorización previa da Consellería de Cultura, un trámite esencial (por la cercanía al pazo)», reza la resolución de la Consellería. Incurre así «nunha causa de nulidade de pleno dereito». La sociedad promotora ha tenido la posibilidad de presentar un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, un proceso que podría dilatarse varios años, con la consecuente demora.

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