La tecnología tiene un nuevo objetivo: que el usuario la lleve puesta. Los relojes inteligentes fueron la avanzadilla. Mientras las grandes firmas perfeccionan este prometedor gadget, prolifera el movimiento cuantificador -aparatos para medir las constantes fisiológicas, como pulseras o pulsómetros- y la moda inteligente. Estas son algunas de las ideas que esperan conquistar el mercado: el Sound Embracer, un jersey que cambia la música según se mueve; las gafas de Google, Google Glass; la camiseta de ciclista que registra pulsaciones de AiQ; los vestidos de fibra óptica que cambian de color al gusto de Amy Rainbow o las pulseras de actividad de Sony, Sony SmartBand; de Samsung, Samsung Gear Fit; y de LG, LG Lifeband -las vende El Corte Inglés-.