Gente que vive de lo que recauda en la calle

José Antonio. Es coruñés y trabajó en la construcción hasta que la empresa quebró y dejó al personal en la calle y con salarios adeudados. Se trasladó a Ferrol porque en A Coruña lo conocen y tiene familia. No quiere que lo reconozcan

04 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.
José Antonio. Es coruñés y trabajó en la construcción hasta que la empresa quebró y dejó al personal en la calle y con salarios adeudados. Se trasladó a Ferrol porque en A Coruña lo conocen y tiene familia. No quiere que lo reconozcan
1/4 José Antonio. Es coruñés y trabajó en la construcción hasta que la empresa quebró y dejó al personal en la calle y con salarios adeudados. Se trasladó a Ferrol porque en A Coruña lo conocen y tiene familia. No quiere que lo reconozcanJOSÉ PARDO
José Antonio Insa. Es cocinero profesional y llegó a Ferrol porque le dijeron que aquí se empadronaba a los foráneos, requisito imprescindible para conseguir la Risga y ayudas de emergencias social. Está a la espera desde hace seis meses.
2/4 José Antonio Insa. Es cocinero profesional y llegó a Ferrol porque le dijeron que aquí se empadronaba a los foráneos, requisito imprescindible para conseguir la Risga y ayudas de emergencias social. Está a la espera desde hace seis meses.JOSÉ PARDO
Honorio Medina. Es venezolano y lo que pide es trabajo, si bien acepta las monedas que le dan los viandantes. Vive en una pensión y necesita un contrato de trabajo para conseguir regularizar su situación en España.
3/4 Honorio Medina. Es venezolano y lo que pide es trabajo, si bien acepta las monedas que le dan los viandantes. Vive en una pensión y necesita un contrato de trabajo para conseguir regularizar su situación en España.JOSÉ PARDO
María del Mar Pérez. Subsiste con la venta de pañuelos en la calle desde hace 30 años. Está viuda y tiene siete hijos. Cuatro viven con ella, pero también tiene que ayudar a dos que están casados, sin empleo y a los seis nietos. No pide limosna.
4/4 María del Mar Pérez. Subsiste con la venta de pañuelos en la calle desde hace 30 años. Está viuda y tiene siete hijos. Cuatro viven con ella, pero también tiene que ayudar a dos que están casados, sin empleo y a los seis nietos. No pide limosna.JOSÉ PARDO