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El bosque que nacerá de sus cenizas

Jaime Velázquez POIO

AGRICULTURA

PALOMEQUE

Reportaje | Los lodos acumulados en las playas sirven de abono para el monte quemado Alumnos del ciclo de gestión de recursos paisajísticos realizaron una siembra a partir del sustrato arrastrado por las riadas para regenerar el suelo de Monte Castrove

19 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Es tan efectivo como poético; las cenizas de los árboles quemados, arrastradas por las riadas hasta las playas vuelven de nuevo al lugar donde deben de estar, y alimentan al futuro bosque que un día ellas mismas ocuparon. Los lodos que tan perjudiciales era en los arenales de la ría, resultan ser muy beneficiosos en los bosques quemados. Cerca de 40 alumnos del ciclo superior de gestión y organización de recursos del centro A Granxa de Ponteareas visitaron el Monte Castrove, una de las zonas más afectadas por los incendios de agosto, para realizar una siembra de herbáceas y leguminosas utilizando como abono los lodos recogidos en los bancos marisqueros. El sistema tiene como fin la creación de mas vegetal, nutrientes y microorganismos en el suelo lavado por las riadas. Para ello, se mezclan las semillas con las cenizas, se esparcen sobre el terreno y se recubren con más sustrato quemado. «Es como un tratamiento postraumático -cuenta Carmen Alfonso, técnica agrícola y profesora del ciclo-. Si no curas adecuadamente una herida, las cicatrices después serán más graves y los daños mayores». La experta considera que una labor de regeneración de suelo como la que hicieron ayer en Monte Castrove es fundamental para que el bosque sane. La recuperación debe de hacerse de abajo a arriba. «No tiene sentido replantar si antes no has creado un suelo rico en nutrientes», afirma. «Es como construir un edificio; hay que comenzar por los cimientos para colocar después las columnas, que son los árboles». Ayer empezó la cimentación en Monte Castrove.